El otro día hablaba con S. sobre las cosas que se quedan sin decir: sentimientos, frases, comentarios que permanecen vagando por la llanura de la memoria porque, quizás, un minuto, un día, una semana o un año más tarde ya no tuvieron sentido ser dichos. ¿Qué hay que hacer con lo que no dijimos, con todo lo que se queda en una especie de purgatorio emocional, pendiente y sin resolver? ¿Por qué no lo expresamos? ¿Será que la importancia de esas palabras va disminuyendo con el tiempo, hasta el punto de perder todo su sentido? ¿Qué es lo que solemos dejar en el tintero? ¿Es un perdón? ¿Un te quiero? ¿Una pregunta? ¿Explicaciones, exigencias, reproches?
La peculiaridad de las cosas que no dices es que tienen una fecha de caducidad muy concreta, una fecha que si dejas escapar se queda atrás en el tiempo para siempre. Bueno, tal vez "para siempre" sea un poco dramático, pero sí, por un buen tiempo. Lo no dicho tiene su propio espacio y tiempo, y cuando llega el momento, tienes dos opciones: decirlas o cargarlas contigo. Aunque al igual que los delitos, creo que también prescriben, y dejan espacio en tu cabeza para otros pensamientos nuevos. Al fin y al cabo, no podemos ser esclavos eternamente de nuestras palabras no dichas. Así como llegan, también se van.
Mi amiga M. se olvidó de felicitar el cumpleaños a nuestro amigo J., y una semana después ya no tenía sentido escribirle. J. nunca sabrá que M. se acordó de su cumpleaños. Mi otra amiga M., el otro día, se encontró con O. y tenían tantas cosas que decirse que al final no se dijeron nada porque no sabían ni por dónde empezar. Mi madre, por ejemplo, me contó que lo primero que dijo al entrar en casa de mi padre fue que no le gustaba el gazpacho, para no estar condenada a una vida de gazpachos ajeros. Yo, el otro día, me encontré con I., y aunque había practicado con S. en mi cabeza todo lo que le diría, cuando llegó el momento, no tuve nada más que decir porque, al igual que M., ya no sabía ni por dónde empezar. Había expirado.
¿Qué buscamos al vaciarnos de todo lo que se quedó sin decir? En mi caso, es una asignatura que tengo pendiente, pero creo que en el fondo buscaba una liberación, que luego he descubierto que solo yo podía darme. Hay tantas cosas que no decimos, tantas categorías: algunas tienen más repercusión, otras menos; unas son positivas, otras negativas. Las razones para quedarnos callados son innumerables: miedo, vergüenza, o simplemente no saber muy bien qué decir y cuanto más ligera es nuestra mochila de cosas pendientes, más tranquilos vivimos. Mi recomendación personal es que cuando llegue la hora lo sueltes, nunca sabes cuando volverás a tener otra ocasión y sobre todo, recomiendo hacer un ejercicio de introspección y pensar que es lo que estamos buscando exactamente con este sinceridicio. Lo más probable es que la respuesta no tenga que ver con la persona con la que estas hablando.
Me inspira:
La letra de My Tears Ricochet de Taylor Swift, y más específicamente esta frase: I didn't have it in myself to go with grace. Hay veces que si haces un poco el ridículo, pues no pasa nada.
Este texto:
La cuenta de instagram de @jazzduca, recopila sobres con mensajes de personas que no han llegado a decir.
Y muy similar, esta página web en la que puedes escribir tu mensaje.
Hasta las próximas Tónicas,
Terrific P.
Necesitaba leer esto 🤍
me encanta!!!!🤩